La lluvia dio una tregua a la patrona de Badajoz la noche del Viernes Santo y la Virgen de la Soledad pudo salir en procesión. El frío y quizás la confusión que se generó sobre la suspensión o no del desfile horas antes del mismo hicieron que el público durante el recorrido --nuevo por los andamios colocados en la calle Moreno Zancudo-- fuera menos numeroso que otros años. La plaza de la Soledad sí estuvo abarrotada para ver salir a la patrona de su ermita.

El Santo Entierro no pudo salir por la lluvia, para desolación de cofrades y fieles.