Una enfermedad transmitida principalmente por una garrapata ha infectado este año en Turquía al menos a 500 personas, 39 de las cuales han muerto. Además, en el norte de Grecia, la muerte de una mujer la semana pasada y el ingreso hospitalario de un niño de 10 años dispararon la alarma ante dos posibles casos en el país. El virus de la llamada fiebre hemorrágica de Crimea-Congo se contagia fundamentalmente por la picadura del ácaro, que infecta a vertebrados de todo tipo. A pesar de los 131 muertos registrados desde el 2002 en Turquía, los especialistas en enfermedades exóticas aclaran que la incidencia oscila dentro del rango habitual en esa región. Además, añaden que en España existe la misma especie de garrapata, aunque nunca se ha detectado el virus y, por lo tanto, el riesgo de contagio de la enfermedad es nulo.

"Lo de Grecia parece un caso aislado", cuenta Josep Maria Ramon, jefe de la unidad de vacunación internacional del Hospital de Bellvitge, en Barcelona. En cuanto a Turquía, "las cifras no son excepcionales para esa zona y no debería considerarse como un brote, que implicaría a muchos más afectados".

La enfermedad se detectó por vez primera en la península de Crimea (Rusia) en 1944 y, posteriormente, en el Congo en 1955. De ahí el nombre, aunque actualmente también se localiza en países asiáticos y del Mediterráneo oriental como China, India, Pakistán, Hungría, Turquía y zonas del Africa subsahariana. La garrapata Hyalomma marginatum parasita a diversos vertebrados que pueden estar infectados --desde liebres y cabras hasta avestruces y rinocerontes--, chupando su sangre y transmitiendo el virus a otros vertebrados, incluidos los humanos. Los juveniles de esta garrapata tienen predilección por animales de pequeño tamaño, como aves migratorias, con lo que el área de distribución del ácaro se puede extender a otras regiones y, con ellas, la enfermedad. También puede haber contagio por contacto directo con sangre infectada (de animales o de humanos).

TURISMO El médico de Bellvitge comenta que existe una vacuna, "pero es rara y solo se utiliza para profesionales". "En cuanto al turismo --prosigue Ramon--, no recomendamos la vacunación, aunque sí que se tomen las precauciones antiparasitarias habituales, como usar repelentes, mosquiteras o dormir lejos de animales".