UNOS 500 inmigrantes subsaharianos aguardan en las localidades marroquíes próximas a Melilla, fundamentalmente ocultos en bosques, una oportunidad para acceder a la ciudad autónoma, informó ayer el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani. En declaraciones a los periodistas, señaló que, aunque hasta el martes --cuando unos 300 asaltaron la valla que separa Marruecos de Melilla, y un centenar de ellos consiguió el objetivo-- habían transcurrido seis semanas sin asaltos, aunque sí que se producen avistamientos de inmigrantes que pretenden acercarse al perímetro para intentar acceder a la ciudad. La colaboración de Marruecos evita en muchos casos ni tan siquiera se aproximen. EFE