Las leyes contra la violencia machista dejan en algunos países mucho que desear por falta de medios y de rigor en su aplicación. Pero 600 millones de mujeres viven todavía en el mundo --sobre todo en Oriente y Africa-- sin la más mínima protección legal contra esta lacra. Rebeca Grynspan, secretaria general adjunta de la ONU, lanzó ayer esta advertencia en el Congreso Internacional Contra la Violencia de Género que se celebra en Madrid. Keiko Nowacka, coordinadora de la materia de la OCDE, la acompañó de otra más cercana: entre el 20% y el 25% de las mujeres de los países miembros sufren esta violencia alguna vez en la vida.

En la geografía del maltrato trazada por varios participantes, los antiguos países del Este figuran a la cabeza, con un 35% de mujeres que sufren agresiones por parte de su pareja o expareja. Países como Alemania y España se sitúan en torno al 17%. "La clave para combatirlo, además de las leyes, es la cultura y la educación", resumió Nowacka, con un discurso al que se apuntaron la princesa Letizia y la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.

Pese a que la LOMCE elimina la asignatura de Educación para la Ciudadanía, la vicepresidenta argumentó que la polémica ley Wert fija en su artículo 1 la prevención de la violencia de género "como uno de los principios de la educación". "Se trata de evitar estereotipos discriminatorios", apostilló, sin precisar cómo se reflejará en los futuros contenidos curriculares.

Las expertas internacionales advirtieron de que el 67% de las mujeres maltratadas aceptan serlo como algo normal. "Cuando esto ocurre, se duplica la violencia, mientras que pasa lo contrario cuando hay leyes que las protegen", explicó Grynspan. La representante de la ONU propuso, junto a la protección legal, campañas de sensibilización dirigidas a los jueces de familia y a la población y medidas en colegios y en puestos de trabajo.