La Audiencia de Barcelona ha absuelto a un hombre que pasó año y medio en prisión preventiva, acusado de haber asesinado a su compañera de piso, clavándole repetidamente un destornillador.

La sentencia absuelve al procesado, Henrique M.G., de nacionalidad brasileña, de acuerdo con el veredicto del tribunal popular que lo juzgó, que concluyó que no existían pruebas suficientes para declararlo culpable, pese a que el propio acusado se confesó autor del crimen ante los policías que lo detuvieron.

Henrique M.G. ha permanecido en prisión preventiva durante más de año y medio acusado del asesinato de su compañera de piso y afrontaba una condena de 18 años de prisión por el crimen, que la acusación atribuía a una discusión por cuestiones domésticas.

Una de las principales pruebas de cargo contra el acusado era la declaración de uno de los primeros testigos que encontraron el cadáver de la víctima, quien aseguró que la mujer, mientras expiraba, le susurró "fue Henrique quien lo hizo".

No obstante, recuerda la sentencia, durante el juicio se puso de manifiesto que la mujer tardó en morir entre 45 segundos y un minuto después de que fuera agredida con el destornillador, por lo que es imposible que aguantara con vida cuando la encontró el mencionado testigo.

La Audiencia añade que en el juicio no se aportaron pruebas biológicas que permitieran relacionar al acusado con el crimen, ni se encontraron huellas suyas en el destornillador presuntamente empleado en el asesinato.

Respecto al arma, además, la sentencia señala que fue entregada a la policía por una testigo, arrendataria de la vivienda, que dijo haberla encontrado después de que los agentes llevaran a cabo un "detenido examen de toda la vivienda, precisamente en búsqueda de vestigios u objetos que pudieran ser relacionados con la muerte ocurrida".