Los terremotos no han desaparecido de El Hierro, pero la actividad sísmica y volcánica empieza a mostrar signos de agotamiento. El Pevolca, el dispositivo de protección civil, informó ayer de que una nueva erupción es ahora "menos probable", aunque también recuerda que es necesario que pasen varios días, al menos 20, para considerar que el riesgo se ha reducido de manera real. De hecho, que haya menos seísmos también puede significar que se está acumulando energía y que se avecina uno importante.

La situación presenta "estabilidad en los parámetros de sismicidad y deformación" en comparación con los registrados la semana pasada en el municipio de Frontera, subraya un comunicado del Gobierno de Canarias. Una vez abierta la fractura submarina junto al pueblo de La Restinga, en el sur de El Hierro, la actividad sísmica se ha concentrado en los últimos días en el otro extremo de la isla. El miércoles se registraron 20 seísmos de una magnitud superior a 1,5, frente a los 30-50 de los días previos. Eso sí, ayer hubo uno de 3,6, lo que indica que la crisis no está ni mucho menos finiquitada. Los científicos añaden que la señal de tremor sigue indicando un único centro emisor, que se corresponde con el núcleo de La Restinga.