La Agencia de Seguridad Nuclear de Japón ha instado a TEPCO, la empresa operadora de la central de Fukushima, a revisar la solidez de la estructura que alberga el núcleo del maltrecho reactor 1 de esa central, al considerar que la gran cantidad de agua que se le inyecta puede alterar su resistencia.

Según la televisión publica NHK, la agencia nipona de seguridad nuclear cree que el bombeo continuo de agua que realiza estos días Tokyo Electric Power (TEPCO), al interior de la vasija del reactor 1 puede hacer que ésta se vuelva menos resistente a los terremotos.

TEPCO inyecta agua en la vasija de manera continua a un ritmo de seis metros cúbicos por hora para enfriar las varas de combustible, que se cree pueden ser las mas dañadas de entre los tres reactores con problemas en la planta de Fukushima Daiichi.

El objetivo de los técnicos es lograr que el agua cubra completamente el combustible de los reactores 1 y 3 para mediados de julio, con vistas a llevarlos, junto con el reactor 2, al estado de "parada fría" en un plazo de entre seis y nueve meses.

Según NHK, la eléctrica cree que el agua inyectada se convierte en vapor y luego se condensa en la vasija de contención, pero asegura que la acumulación de ésta no hace peligrar la estructura.

En cualquier caso, la Agencia de Seguridad Nuclear ha insistido en que es necesario cerciorarse de que la vasija puede soportar los niveles de presión producidos por la inyección de agua, especialmente ante las numerosas replicas que sacuden la zona tras el fuerte terremoto del 11 de marzo.

Además de agua, los técnicos también inyectan nitrógeno en la vasija de contención del reactor 1 para evitar una posible explosión de hidrógeno en su interior, algo que ya ocurrió en los edificios que albergan los reactores 1,2 y 3 los días posteriores al desastre.

En los reactores 2 y 3 de Fukushima Daiichi se está inyectando a su vez agua de manera continua para enfriarlos con bombas alimentadas por generadores situados fuera de la central.

La planta de Fukushima Daiichi resulto seriamente dañada por el terremoto y el tsunami del 11 de marzo, que dejó además 14.227 muertos y 12.228 desaparecidos, según el último recuento policial.