Los seis asesinatos cometidos en la comunidad de Madrid entre enero y marzo del 2003 y atribuidos al homicida del naipe fueron obra de la misma pistola, según los análisis de balística realizados por la Policía y la Guardia Civil. Sin embargo, los investigadores creen que sus autores son dos jóvenes ultraderechistas que se han pasado el arma para matar siguiendo un macabro juego, según publica esta semana la revista Interviú .

Uno de los asesinos actúa por las tardes y en espacios cerrados. Nunca deja cartas junto a sus víctimas. Y es el que inicia el juego; es decir, el que mata primero. Este sería el responsable de los asesinatos del portero de una casa del barrio de Chamberí y las dos muertes del bar de Alcalá de Henares. Precisamente, la policía detuvo el jueves pasado a un neonazi de esa localidad después de que una testigo que sobrevivió le identificara como el agresor. El detenido, de 25 años, y exparacaidista del Ejército del Aire, se halla aún en dependencias policiales. El asesino que no firma sus muertes mediría casi 1,90 metros, según esta testigo.

IGUALAR LA PARTIDA

El otro criminal, el que deja naipes junto a sus víctimas, mataría después de su socio y para igualar la partida. Lo haría con la misma pistola. A este asesino se le atribuyen los tres crímenes firmados con naipes (un empleado del aeropuerto y un matrimonio rumano) y el ataque frustrado a dos jóvenes en Tres Cantos. Estas dos últimas víctimas rechazaron que su agresor fuera el skin detenido la semana pasada. Afirman que su atacante medía menos de 1,75 y llevaba perilla. Este segundo asesino actúa de madrugada y en espacios abiertos.

Los informes de balística han confirmado que los crímenes se cometieron con una pistola Tokarev que disparó munición del calibre 7,62 milímetros.