Fue protagonista de la portada de la revista Time. Todo gracias a la barbarie de un marido respaldado por costumbres aborrecibles. El pasado agosto, el mundo conoció a Bibi Aisha, de 19 años, por sus bonitos ojos y una nariz cercenada. Más bien arrancada de su cara. Su esposo, un militante talibán, le mutiló la nariz y las orejas porque había intentado abandonarlo.

El pasado lunes, 14 meses después del atroz ataque, su historia mostró un final feliz. Aisha apareció públicamente, con una amplia sonrisa, mostrándole al mundo su nuevo rostro, reconstruido por especialistas con el apoyo de organizaciones de derechos humanos. Aisha ha recibido el premio Enduring Heart, de la Fundación Grossman Burn. "Este es el primer premio Enduring Heart que se le entrega a una mujer cuyo corazón nos demuestra lo que significa el amor", dijo Maria Shriver, esposa del gobernador de California Arnold Schwarzenegger, antes de entregar el reconocimiento.

Ahora la joven vive en California, Estados Unidos, con una familia sustituta y tiene la compañía constante de personas que hablan su idioma. Una nueva vida se abre ante ella, lejos del horror de un mundo que ha hecho de la atrocidad una seña de identidad.