Catenarias metálicas y cableado conectado a los vehículos como si fuesen un tranvía. Así es como Alemania imagina sus autopistas del futuro. Y de un futuro tan cercano, que ya está aquí. Este mes se ha inaugurado la primera carretera eléctrica del país, una prueba piloto con la que agilizar el tráfico de mercancías y construir un nuevo sistema de transporte más ecológico.Conocido como Elisa, el proyecto impulsado por el gigante alemán Siemens es ambicioso. Con su aplicación las autoridades pretenden recopilar datos hasta finales del 2022 y estudiarlos para determinar si su futura aplicación en todo el país es viable. De prosperar, hasta mil kilómetros de la red de autopistas de Alemania podrían llegar a ser equipados con cables aéreos, según el Ministerio de Medio Ambiente, Stephan Haufe.

Eso dependerá de si se cumple con los objetivos energéticos y económicos establecidos. Los expertos de la Universidad Técnica de Darmstadt serán los encargados de analizar los resultados recabados durante tres años de pruebas.

De momento, la primera ruta eléctrica de Alemania se limita a cinco kilómetros de vía y cableado de los 15 que separan el municipio de Weiterstadt con los de Langen y Mörfelden, en el estado de Hesse, en el oeste del país. Hasta 135.000 vehículos circulan diariamente por este segmento de cuatro carriles.

En el tramo elegido por las autoridades ya se han construido postes metálicos y un sistema de cableado de 670 voltios en ambos sentidos que se conectará a camiones eléctricos o de tracción híbrida. Desarrollado en una base militar cerca de Berlín, este sistema permitirá a los vehículos circular mientras se cargan sus baterías.

En esta primera fase del proyecto tan solo participarán camiones de mercancías de hasta cinco empresas de transporte que se han sumado a la prueba piloto. Se espera que a mediados del 2020 ya operen diariamente hasta cinco camiones. Este periodo de pruebas tiene un coste de 15 millones de euros provenientes del gobierno federal alemán, que se sumarán a los 14,6 ya destinados a ampliar la carretera A-5 de Hesse. En caso de un accidente el sistema se apagará de forma automática para evitar mayores daños. Además, se pondrá en marcha un mecanismo para evitar que el suelo se congele durante la temporada de invierno.

ENERGÍAS LIMPIAS / Según el Ministerio de Medio Ambiente, el objetivo del proyecto es encontrar modelos de vehículos pesados más sostenibles para el clima de un país en el que bastantes ciudades superan los límites de contaminación de la UE. Cuando estén conectados, los camiones que circulen por estas vías, no producirán ninguna emisión nociva, pues su energía provendrá de fuentes limpias y renovables. Siemens y la británica SPL Powerlines empezaron a construir la infraestructura del proyecto Elisa en junio del año pasado.

El proyecto de las autoridades alemanas no termina aquí. Más adelante se construirán otros dos tramos de esta prueba piloto en los Estados de Schleswig-Holstein y Baden-Württemberg, al norte y al sur de Alemania. Su coste total ascenderá hasta los 50 millones.

Sin embargo, estas no son las primeras autopistas eléctricas del mundo. La que abrió el camino fue la infraestructura de dos kilómetros instalada en la vía E-16 del norte de Estocolmo (Suecia) inaugurada el año pasado. Poco después empezaron a realizarse pruebas en un tramo de carretera de 1,6 kilómetros de la ciudad californiana de Carson (EEUU). En el 2012, Siemens empezó a idear las autopistas eléctricas del futuro. Hoy, sigue buscando países que quieran probar esta nueva tecnología que podría cambiar los sistemas de transporte para tener un menor impacto climático. Alemania empieza a ponerse las pilas.