El sacerdote español José Antonio Rubio, condenado a cinco años y seis meses de cárcel por estafa, fue apercibido hoy por un tribunal paraguayo por haber violado la prisión domiciliaria que cumple.

Rubio compareció ante la jueza Gloria Hermosa, presidenta del tribunal que lo condenó en 2004, que le advirtió de la posibilidad de su traslado a una penitenciaría estatal si se comprueba que vuelve a abandonar su lugar de reclusión sin autorización de las autoridades judiciales.

El sacerdote incurrió en esa falta luego de abandonar su domicilio durante un par de horas para asistir a una consulta odontológica, de acuerdo a la denuncia presentada a Hermosa, informaron fuentes judiciales.

Rubio ya cumplió tres años y medio de la condena dictada por el desvío de 14.000 millones de guaraníes (2,3 millones de dólares al cambio de esa época) de un fondo de 3,2 millones de dólares (2,5 millones de euros) financiado por la UE para la construcción de 50 pozos de agua potable en localidades rurales.

Además del religioso, fue condenado a cinco años y medio de cárcel por el mismo delito, Sócrates Garcete, codirector del proyecto de potabilización de agua en comunidades pobres, denominado Ysacá, y Rubén Ramírez Cataldo, quien recibió una condena de cuatro años y seis meses como cómplice de ambos.

Rubio, de 63 años y muy conocido en Paraguay, donde reside desde hace 25 años, por sus proyectos de viviendas sociales, fue absuelto el día 14 pasado por otro tribunal que lo procesó por presunta sobrefacturación de 137.000 dólares (106.000 euros) en la construcción de nueve pozos artesianos que también formaban parte de un proyecto financiado por la UE.

Además del sacerdote, fueron absueltos otros cinco procesados con los votos a favor de los jueces Víctor Medina y Blanca Gorostiaga, y el fallo en disidencia de la magistrada Elsa García.