Un hombre de 83 años falleció ayer en el Hospital Clínico de Granada, donde ingresó el pasado lunes tras ingerir salfumán y cortarse las venas después de haber matado a su mujer, de 84 años, a la que ahorcó en el domicilio conyugal de la localidad granadina de Algarinejo, informó a Efe la Guardia Civil.

El suceso ocurrió en la madrugada del lunes y, según la Guardia Civil, la mujer estaba ciega y padecía diversas enfermedades, lo que pudo llevar a su esposo a matarla para evitarle más sufrimiento.

Según la misma fuente, los hijos se despertaron por los ruidos procedentes de la planta baja y cuando bajaron se encontraron a su padre, quien les confesó que había matado a su esposa.