El Papa Benedicto XVI designó ayer a 15 nuevos cardenales, entre los que figura un español: el arzobispo de Toledo, Antonio Cañizares, vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE). El nuevo purpurado, que lidera junto al cardenal de Madrid, Antonio María Rouco Varela, el ala más conservadora de la jerarquía católica, es un defensor a ultranza de la unidad de España, sobre la que reconoce que está elaborando un documento.

Ayer, emocionado por el nombramiento, Cañizares, valenciano de 61 años, eludió anunciar para cuándo estará terminado el texto, pero no ocultó su postura sobre la "unidad inquebrantable de España, ciertamente amenazada", como denunció en 2005.

Apodado por sus detractores y amigos como el pequeño Ratzinger, por su sintonía con el actual pontífice y por la dirección en España, durante siete años, de la Congregación para la Doctrina de la Fe (ex Santo Oficio de la Inquisición), se mostró sumamente agradecido al Papa y expresó su "profunda comunión" con él y con toda la Iglesia. No ahorró elogios sobre el Pontífice alemán.