Cuando faltan tres días para que se anuncie el ganador del Premio Nobel de la Paz (será el viernes, en Oslo, a las once de la mañana), la Fundación Vicente Ferrer no solo es que siga "sobre ruedas", como explicó hace unas semanas la viuda del filántropo, Anna Ferrer. Es que la entidad que ha proporcionado un futuro a más de 2,5 millones de personas del distrito indio de Annantapur cuenta en estos momentos con un apoyo tan masivo para lograr la condecoración que incluso se han superado las expectativas de la campaña que impulsó el reconocimiento.

"Empezamos con 40.000 adhesiones en Facebook a favor del Nobel de la Paz para la Fundación Vicente Ferrer y ya llevamos registradas más de 326.000 firmas en la web que creamos en febrero", comenta Rafael Vilasanjuan, director de la plataforma que solicita el galardón para la oenegé. El símbolo de este portal es una paloma de la paz que da la vuelta al mundo a través de Google Maps. El ave recorre dos kilómetros por cada persona que se suma a la iniciativa y, gracias al éxito, ya ha girado en torno al globo en 12 ocasiones. Un ejemplo más de la repercusión de la campaña, que ha conseguido que la Fundación Vicente Ferrer sea conocida y valorada en todo el planeta. "Hemos llegado a los principales centros de decisión. Hemos logrado que la Unión Europea se fije en este proyecto como modelo de desarrollo futuro. Hemos hecho que algunas de las más prestigiosas universidades y grupos de pensamiento se interesen por la oenegé... Por lo que, si no se gana este año, las líneas maestras para obtener el premio ya están muy bien cimentadas", explica Vilasanjuan.

LAS POSIBILIDADES Pero no hay que adelantar acontecimientos. Y mucho menos cuando hay opciones para suceder de inmediato a Barak Obama. "Precisamente, que el año pasado venciera un presidente de Gobierno resta posibilidades a que vuelvan a premiar a un dirigente. Tampoco ha sido este un año en el que hayan sobresalido muchos mediadores de conflictos", razona el director de la plataforma de apoyo.

PUNTOS A FAVOR Son dos puntos a favor de la Fundación Vicente Ferrer, que no obstante se basta por sí sola para merecer el Nobel. "Nunca se ha premiado a una iniciativa de desarrollo integral como la que encarna esta oenegé. Además, este es un proyecto tan bien concebido que se puede replicar, es decir, que se puede exportar a otros países", afirma Vilasanjuan.