El empresario catalán Joan Alsina Oliva, de 51 años, fue asesinado en su chalet de Sant Cugat del Vallés la madrugada de Año Nuevo. Una de sus hijas, de 17 años, encontró el cadáver al pie de una escalera. Un profundo corte en el cuello le causó la muerte. Cajones y armarios habían sido revueltos, pero los Mossos d´Esquadra no tienen en el robo su hipótesis prioritaria.

El crimen se produce tras meses de violentos asaltos a chalets similares por Cataluña, pero diversos detalles dan pie a la policía a no incluir este nuevo caso en esa serie de robos que tanta alarma social han causado.

Alsina, copropietario con otros dos hermanos de la multinacional catalana Encofrados J. Alsina, estaba solo en su casa, un lujoso chalet situado junto al campo de golf, en la calle de Pahissa, a escasos metros de la policía local de Sant Cugat. Su esposa, Marta, con la que convive desde hace más de 20 años, se encontraba en Colombia visitando a su familia y acompañada de la hija pequeña de la pareja, de 15 años.

LA FAMILIA CREE EN EL ROBO Los investigadores del grupo de homicidios de los Mossos no descartaban anoche ninguna hipótesis, pero el análisis del escenario del crimen restaba credibilidad a la teoría del robo. La familia de la víctima, sin embargo, está convencida de que tras el asesinato los Mossos solo encontrarán un intento de robo.

Los asesinos accedieron al chalet, de dos plantas, por una de las ventanas, que los agentes encontraron con los vidrios hechos añicos. La muerte tuvo lugar en la parte superior de la escalera interior del chalet. Le cortaron el cuello por la espalda y arrojaron el cuerpo escaleras abajo.

A simple vista, el cadáver presentaba varias contusiones, pero podrían corresponder a los golpes sufridos al rodar por los peldaños. Pero será la autopsia la que determine cómo se produjeron las magulladuras y cuántas horas llevaba muerto Alsina cuando su hija le encontró en casa, a la una del mediodía, tras pasar el fin de año esquiando.

Aunque los investigadores tienen sobre la mesa todas las posibilidades, no pasan por alto el método usado para asesinar al industrial: un profundo corte en el cuello sin agresión previa. No descartan, así, un asesinato por encargo. ¿De quién Eso tratará de averiguar el grupo de homicidios de la Unidad Regional de Investigación de la Región Metropolitana Norte, con sede en Granollers. Agentes de la policía científica se emplearon a fondo ayer en buscar cualquier huella o elemento que se convierta en pista, pero también empezaron a radiografiar la vida personal y profesional de la víctima.

Algunos familiares ya han sido interrogados y han asegurado que Alsina no había recibido ningún tipo de amenaza, ni les consta que tuviera enemigos. A la pregunta de por qué el fallecido no acompañó a su mujer y a su otra hija a Colombia, las mismas fuentes aseguraron que la víctima había reiterado en más de una ocasión que tenía "miedo" a ser secuestrado y que prefería quedarse en Cataluña.

Aquí se sentía seguro, tanto, que sorprendió a los investigadores que no dispusiera de ningún tipo de medida de seguridad. Por tanto, no disponen de imágenes de cámaras de esa casa, pero sí de mansiones vecinas que están literalmente blindadas.