José María Aznar desveló ayer una de las tareas a las que se enfrentará tras su jubilación como presidente del Gobierno. Preguntado sobre su futuro, el político confesó que, a sus años, "se puede ser abuelo". Y, una vez tomada la carrerilla, concretó que su hija, Ana, y el marido de ésta, Alejandro Agag (ambos en la foto), tendrán su primer hijo el próximo junio, cuando él ya haya abandonado la Moncloa.

El presidente se encontraba en el Foro ABC deshojando la margarita de su futuro profesional cuando aseguró: "Si interesa saber si tengo la aspiración de seguir dedicado intensamente a las tareas políticas, diré que no".

PAREJA TRADICIONAL

A continuación, jugando a dar pistas, el político anunció que él y Ana Botella, concejala de Asuntos Sociales del Ayuntamiento de Madrid, serán abuelos en primavera. Y luego, sobre su vida pospresidencial, el presidente remató con suspense: "Y se puede empezar una nueva vida... o no".

Ana Aznar, de 22 años, y Alejandro Agag, de 33, iniciaron su noviazgo en Menorca en el verano del 2001, cuando el futuro padre era todavía secretario general del Partido Popular Europeo. Fue visto y no visto. Los novios anunciaron su compromiso la Nochevieja de aquel mismo año. A los ocho meses, ya se habían declarado marido y mujer en El Escorial en una boda tan criticada como majestuosa a la que acudieron desde los mandatarios Tony Blair y Silvio Berlusconi, hasta los banqueros Alberto Cortina y Alberto Alcocer y los cantantes Raphael y Julio Iglesias.

Las noticias de la ampliación familiar tampoco se han hecho precisamente las remolonas: al año de casados, la pareja ya ha empezado a mirar catálogos de carritos y cunas.

Tras la luna de miel, los recién casados se fueron a vivir a Londres, donde él es asesor de la presidencia del Banco Portugués de Negocios y ella sigue con los estudios de Psicología que empezó en Madrid.