Benedicto XVI no entrará en Madrid el 18 de agosto en barco para celebrar la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), como hizo por el Rin en Colonia y por la bahía en Sídney, sino que atravesará a pie la Puerta de Alcalá junto a jóvenes de los cinco continentes que cruzarán los otros tantos arcos. Será el primer acto multitudinario de la agenda del Pontífice, ya cerrada y confirmada, según explicaron ayer los organizadores de la cita. Ya se han inscrito 262.365 jóvenes. El presupuesto (unos 50 millones de euros) se cerrará en abril cuando se fallen los concursos públicos sobre comidas y otros servicios.

La agenda diseñada para el Pontífice por las autoridades eclesiásticas no incluye todavía los encuentros que se espera mantendrá con los reyes Juan Carlos y Sofía y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, pero prevé, durante las 80 horas de estancia en Madrid, tres encuentros con jóvenes, dos citas en El Escorial con 1.000 docentes universitarios y 1.000 religiosas, y un encuentro con discapacitados de la Fundación Instituto San José. Con carácter más religioso, celebrará misa en la Almudena dirigida a seminaristas y presidirá el gran vía crucis en la plaza de Cibeles. A. M. Y.