Su madre, la actriz Mary Martin, le depositó en casa de la abuela hasta los 12 años. A los 15, bebía, y poco después se enredó en la marihuana, el LSD y el peyote. Iba en la peor dirección cuando apareció el papel de John Ross Ewing, el malvado heredero de un imperio petrolero. La serie aguantó 13 temporadas y fue el primer fenómeno global. Un ejemplo: Ceausescu solo permitió la emisión en TV de dos programas de propaganda y Dallas . Luego al actor le detectaron un cáncer y le cambiaron el hígado.

--Los Ewing dejaron a España clavada al sofá en los años 80.

--¿De veras? Dallas fue un fenómeno mundial. Y lo fue porque todo el mundo tiene una mala bestia como J.R. en su familia. Incluso países como EEUU lo han tenido-

--¿George W. Bush?

---Sí. Bush copió unas cuantas ideas de J.R.

--¿Es demócrata?.

--Ni demócrata ni republicano. Milito en la paz y en la libertad. Yo vi cómo mataban a muchos amigos en la guerra de Corea. Fue un error ir allí porque no nos habían amenazado. Y lo peor es que 60 años después seguimos presentes allí.

--Oiga, ¿los whiskys dobles en vaso corto de la serie eran de verdad?

--¡Solo té! Había tomas que repetíamos 20 veces. ¿Se imagina cómo habrían acabado todos?

--Tengo entendido que usted ya llegaba con las copas puestas.

--Bebía más de lo recomendable, sí. Empecé a los 15 años y llegué a beber cinco botellas de champán al día. Pero nunca se me notaban. Jamás tuve resaca. Y dejé el alcohol cuando el médico me diagnosticó cirrosis.

--Ahora lleva un hígado nuevo.

--Sí. A los 65 años me pusieron el de un joven de 30. Tengo la foto del donante, Bill, colgada en el lavabo. Cada mañana, cuando me afeito, le digo:"¡Eh, Bill; gracias, muchacho!".

--Encantador. Resulta tan difícil diferenciarle de su personaje...

--Yo soy perfecto. Alguien radicalmente opuesto a J. R. Soy amable, generoso y no demasiado inteligente.

--¿Lo es?

--¡Naturalmente! No hay que tomarse nada en serio.

--Estuvo 25 años sin hablar los domingos. Se lo tomó en serio.

--¡Eso era algo absolutamente necesario! Vivía presionado por los agentes, los periodistas... Cuando no hablas, descansas.

--¿Cómo quiere pasar a la historia?

--¿Pasar a la historia? ¿Quién recuerda a los actores que interpretaron a Shakespeare? Nadie. Los niños de 5 a 15 años ya no tienen idea de quién fue J. R. Y así debe ser.