El Cuerpo Nacional de Policía desarticuló el miércoles en Las Palmas una red de inmigración ilegal china. En la operación se detuvo a ocho ciudadanos de esta nacionalidad, de los que cuatro iban a ser vendidos para ser explotados laboralmente. Las víctimas de la red eran marineros que llegaron hace siete meses a las islas Canarias en unos barcos pesqueros y que, una vez en el Puerto de la Luz, fueron captados por otro individuo chino, identificado como Zhang X, que les ofreció quedarse en España y se comprometió a arreglarles los papeles.

En un restaurante chino se encontró a uno, vendido a sus dueños, por 800 euros. Llevaba trabajando siete meses, seis días a la semana, sin cobrar un euro para pagar la deuda originada por su contratación.