La colaboración entre las policías española y francesa ha conducido a la desarticulación de una red de narcotraficantes que operaba desde Madrid y al desmantelamiento del laboratorio de cocaína que habían montado en la ciudad. La operación conjunta se saldó con cuatro detenidos y 12 kilos del polvo blanco incautados. Cinco de ellos fueron requisados tras interceptar un envío a Francia.

La organización se estructuraba siguiendo un modelo empresarial. Desde Madrid se distribuía la droga a otros grupos establecidos en Francia, Ibiza e Islas Canarias, que la colocaban en el país vecino y en España. Según los resultados de la investigación, iniciada hace 15 meses, los datos sobre los envíos y las identidades de los receptores se filtraban dentro del propio grupo, lo que hacía que muchos de sus integrantes no llegaran a conocerse.

Tras envasar la droga, se almacenaba hasta que se cerraba la negociación con la organización receptora de la cocaína, operación que dirigía el líder del grupo. Cuando se cerraba el trato, el jefe daba la orden para que el encargado del laboratorio hiciera la entrega de la mercancía a una tercera persona.