Un capitán del ejército del aire mató con una pistola a su exesposa, una cabo primero profesional, y a su hija de cinco años y luego se suicidó en la vivienda en la que residía dentro de la Base Aérea de Zaragoza, donde los hechos causaron una gran sorpresa y consternación.

Los cadáveres del capitán Manuel Cuadra Herrera, de 39 años y natural de Antequera (Málaga), de su exesposa, la cabo primero profesional Alicia Murcia Lázaro, de 35 años y nacida en Almería, y de la hija de ambos, de 5 años, fueron localizados en la noche del miércoles por personal de la base, alertados al parecer por una amiga de la mujer.

El matrimonio estaba legalmente separado desde hace unos tres años, aunque mantenían una relación "amistosa" e incluso algunas personas de su entorno más próximo pensaban que podría haber una reconciliación, explicó en una rueda de prensa el Delegado del Gobierno en Aragón, Javier Fernández.

Tras destacar que se trata de un episodio de violencia de género afirmó que "absolutamente nadie del entorno, ni de él ni de ella, podía sospechar un desenlace tan dramático como éste", a la vez que recalcó que no había denuncias de malos tratos. A los tres se les practicó la autopsia.

Los hechos se produjeron entre las 22:30 y las cero horas y aún ayer no se había podido determinar si la pistola con la que se hicieron los disparos, cuyo número se desconoce, era la reglamentaria o de su propiedad.

Aunque inicialmente se informó de que el capitán recogió a su hija a la salida del colegio la llevó a su casa y esperó la llegada de su exmujer, el Delegado del Gobierno precisó que aún se están investigando los hechos que rodean a este suceso, el primero del ámbito de la violencia doméstica que se produce en la comunidad aragonesa este año.

SIN TRATAMIENTO Según Fernández, el oficial no seguía ningún tipo de tratamiento psiquiátrico, prestaba su servicio con total normalidad y era muy querido entre sus compañeros.

La Guardia Civil ha abierto una investigación para averiguar las circunstancias del suceso, explicó por su parte el teniente coronel jefe de operaciones, Manuel Rubio Ordóñez, quien indicó que se ignora si hubo una discusión antes de los disparos.

El capitán llevaba diez años destinado en la base, donde residía en una vivienda militar, y su excónyuge nueve, aunque ésta vivía fuera de la instalación militar con su hija. El ayuntamiento ha convocado para hoy una concentración de repulsa.