El director de Cáritas Diocesana de Barcelona, Jordi Roglá, ha presentado la memoria del 2005, que contiene unas cifras constatan que la pobreza es ya "una constante" que, lejos de reducirse, "se hace crónica".Cáritas atendió a más de 22.000 personas durante el 2005, lo que significa un aumento de 1.445 atendidos respecto al año anterior, de los cuales un 26% son menores y el 57% mujeres.Estos datos constatan "el rejuvenecimiento y la feminización de la pobreza" de la que se habla hace años y que se está convirtiendo en una constante, ha señalado Roglá.Ayudas a la viviendaEntre los atendidos el año pasado, se percibe un aumento de los inmigrantes, que representan el 76% del total, la gran mayoría de ellos provenientes de Sudamérica (40%).A diferencia de hace unos años, la pobreza ya no es ahora un problema económico que se pueda solventar con subvenciones ya que está se relaciona con otros factores como las drogas, el fracaso escolar, la precariedad laboral y los problemas psicológicos, por lo que el portavoz de la organización católica opina que se requiere "una acción social de promoción de la persona" por parte de las organizaciones caritativas.