El príncipe Carlos, que regresó ayer de un viaje por la India y Omán (en la foto de la derecha, llegando a Londres), asediado por los rumores sobre su sexualidad, estudiaba ayer conceder una entrevista a la televisión británica con el fin de plantar cara a las acusaciones de George Smith, su antiguo sirviente, y presentar una querella contra él.

Ninguno de los periódicos ingleses se atrevió ayer a desafiar la orden judicial que prohíbe publicar los detalles historia. Ni siquiera The Mail on Sunday (en la foto de arriba, la portada), que pagó una millonaria exclusiva al antiguo sirviente, osó revelar los pormenores que toda Inglaterra esperaba devorar. El dictamen, sin embargo, no afecta a Escocia, donde un dominical, The Sunday Herald, repitió los detalles del supuesto incidente protagonizado por el príncipe Carlos y su ayudante Michael Fawcett, del que Lady Di tuvo conocimiento.

Las dudas sobre lo ocurrido pueden ser más profundas de lo que el entorno del heredero quiere reconocer, a tenor de lo publicado ayer por el diario sensacionalista The News of The World (abajo, la portada). El tabloide decía que sir Michael Peat, secretario privado y el principal asesor de Carlos, consultó al que fuera jefe de prensa del príncipe, Mark Bolland, si Carlos era bisexual. "Me quedé asombrado con la pregunta de sir Michael", ha dicho ahora Bolland. "Le dije que no era ni gay, ni bisexual", dijo el exempleado, que ha reconocido su homosexualidad.