La Organización Mundial de la Salud (OMS) consideró ayer que la epidemia del síndrome respiratorio agudo grave toca a su fin, ya que parece "controlada" en China, aunque "no completamente" en Taiwán. No obstante, según el organismo interncional, siempre se corre el riesgo de un resurgimiento de la enfermedad, cuyo origen sigue siendo un misterio.

Ayer sólo se registraron siete nuecos casos, uno en China, otro en Canadá, uno en Taiwán y cuatro en EEUU. "En lo que respecta al número de casos vemos el final de la propagación, pero debemos vigilar la situación de cerca", advirtió Hitosi Oshitani, responsable de la lucha contra el SARS.

Este experto recordó que la enfermedad reapareció en Canadá cuando las autoridades sanitarias pensaban que la habían dominado. Especialistas de EEUU también advirtieron de que podría surgir un rebrote al comienzo del otoño en el hemisferio norte.

Las últimas estadísticas de la OMS cifran en 8.435 los casos de neumonía asiática declarados en todo el mundo. Un total de 789 enfermos murieron y 6.581 superaron la enfermedad. El país más castigado por el síndrome es China, donde 5.329 personas han contraído el mal, de las cuales 343 han fallecido. En Hong Kong, el número de casos se eleva a 1.754, entre ellos 290 mortales. Ayer fue el primer día desde hace un mes en que no se produjo ninguna nueva infección ni fallecimiento. Tendrá controlada la epidemia cuando transcurran 20 días sin nuegos contagios, según tiene regulado la OMS. Otros países como Vietnam, Tailandia, Filipina, Malasia contabilizan el resto de los casos asiáticos.