Un choque entre dos embarcaciones dentro del puerto de Tarragona volvió a disparar ayer la alarma por los vertidos de combustible al mar. El accidente abrió un boquete de 30 centímetros en el depósito de gasóleo de una pequeña remolcadora, que vertió su contenido en aguas del puerto. Los equipos de Salvamento Marítimo y de la Autoridad Portuaria controlaron con rapidez la situación y el accidente no habría tenido más trascendencia de no ser porque es el tercero en 21 días que ha tenido lugar en la costa de Tarragona.

La colisión se produjo a las 9.15 horas, durante las operaciones pa- ra las obras de ampliación del muelle de la Química. El remolcador Port Louis, de 37 toneladas y bandera de las Islas Mauricio, chocó con una barcaza y se le abrió una brecha en el casco, a la altura del depósito de combustible.

Todavía se desconoce la cantidad de gasóleo vertida al mar, pero la capacidad del depósito es de 7.000 litros y su patrón informó de que no estaba lleno, según la Subdelegación del Gobierno. "No es una cantidad importante ni el gasóleo es tan nocivo como el fuel o el crudo", precisaron los equipos de contención.