Más de 900 personas han muerto en el sur de Filipinas tras el paso del tifón Washi , según un nuevo balance confirmado ayer por el responsable de la agencia nacional de desastres, Benito Ramos.

Ramos cifró en 927 el número total de víctimas mortales, informó la cadena estadounidense CNN. El último balance dado por la Cruz Roja local situaba la cifra de fallecidos en 713. El tifón Washi tocó tierra el fin de semana en la región filipina de Mindanao mientras la gente dormía y provocó torrentes de agua y lodo que arrasaron los pueblos ribereños y arrastraron las casas hacia el mar. En total, según la agencia sobre desastres filipinas, más de 167.000 personas se han visto afectadas, de las cuales unas 88.000 han sido reubicadas en centros de evacuación. El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) anunció ayer que se está preparando para ayudar a unos 43.000 niños que han resultados damnificados por el paso del tifón, de los cuales unos 14.000 están realojados en centros de evacuación. "Actualmente se están realizando evaluaciones, en colaboración con otros organismos y agencias gubernamentales, para identificar las principales necesidades de las familias desplazadas y personas afectadas", indicó la agencia de Naciones Unidas.