El fin de semana ha cundido para los trabajos de los más de 5.500 operarios que trabajaron los pasados sábado y domingo en la recuperación de los arenales gallegos tras los vertidos del Prestige. Las playas totalmente limpias han aumentado en 10 en estos dos días hasta alcanzar las 50, según informó la comisión de seguimiento de la catástrofe.

Otros 234 arenales gallegos permanecen aparentemente limpios, cuatro más que el viernes. 137 presentan irisaciones y restos de fuel, 20 menos que a finales de semana. Cuatro muestran grumos dispersos, mientras que en ninguna se observan grumos abundantes. Las playas con afección en rocas o zonas profundas que requieren un trabajo especializado son 78 en Galicia.

El trabajo más duro se desarrolló ayer en el área de Fisterra, donde 15 pesqueros salieron a trabajar y recogieron 60 toneladas de fuel de una nueva mancha muy cercana a la costa coruñesa, a menos de media milla, según aseguró el patrón mayor de la cofradía de la localidad, Manuel Martínez Escarís. Las playas de San Roque y Mar de Fora ya registraron ayer pequeñas galletas que anunciaban la presencia de este nuevo frente de chapapote. La situación se agravó en la zona por la acción del mar, que retiró de las calas más inaccesibles, como las de O Rostro y Nemiña, piezas de fuel que luego llevó hasta los arenales.

Y eso que la Comisión de Seguimiento del Prestige acaba de anunciar que ya quedan muy pocos restos de fuel que retirar del mar, un argumento al que esperaba agarrarse la Xunta de Galicia para ordenar la reapertura de la pesca en determinadas zonas pese a la oposición de varias cofradías.