No al terrorismo. Sí a la libertad de expresión". Este fue el lema escogido anoche por la mayoría de los profesionales del cine español para expresar su rechazo a la violencia de ETA y, al mismo tiempo, defender la legitimidad de la discutida película de Julio Medem La pelota vasca. La piel contra la piedra . Extremadura, que tenía tres opciones, se quedó sin galardones. Ni Reyes Abades (Al sur de Granada y El refugio del mal ), referencia de los efectos especiales, ni Montse Sancho (Hotel Danubio ), diseñadora de vestuario, tuvieron fortuna.

Fue un noche en la que, como el año pasado, la política volvió a enseñorearse de la ceremonia de entrega de los premios Goya. En las horas previas al inicio de la gala (al cierre de esta edición aún no se habían entregado los premios principales), los alrededores del Palacio Municipal de Congresos de Madrid se convirtieron en el escenario de una agria batalla dialéctica entre detractores y partidarios del cineasta vasco, cuya llegada al lugar marcó el momento de máxima crispación, con gritos, insultos, abucheos y ovaciones.

Desde varias horas antes de que diera comienzo el acto, cientos de personas se concentraron en la zona para pedir a los participantes en la gala que expresaran su rechazo al terrorismo y para protestar por la candidatura de la película de Medem La pelota vasca como mejor documental. A pocos metros, otro centenar de personas gritaban consignas a favor del cineasta vasco y de la libertad de expresión y contra el Gobierno del PP.

La Coordinadora de Víctimas del Terrorismo del País Vasco y la Asociación de Víctimas del Terrorismo convocaron a los manifestantes y ofrecían pegatinas contra ETA a los invitados a la ceremonia. Buena parte de los asistentes prefirieron declinar la oferta y optar por el lema propuesto por la Academia, que a la condena del terrorismo añadía la defensa de la libertad de expresión. Algunos optaron por una consigna mucho más explícita: "Sí a Medem. No a ETA".

LOS GALARDONES ENTREGADOS Al cierre de esta edición se había entregado el Goya a los mejores intérpretes revelación, Fernando Tejero, por Días de fútbol y María Valverde por La flaqueza del bolchevique , al de actor de reparto Eduard Fernández (En la ciudad ). Angeles González Sinde recogió el premio a la dirección novel La suerte dormida . La gran aventura de Mortadelo y Filemón (montaje y efectos especiales), Carmen (diseño de vestuario) y Te doy mis ojos (mejor sonido) fueron otros premiados.