El futuro ambiental del planeta se decide en una ciudad con una larga lista de deberes verdes. El mayor puerto de contenedores de Africa, dos refinerías de petróleo, fábricas de papel e importantes empresas químicas a un tiro de piedra del centro convierten a Durban en una de las urbes que más contamina en el continente. "Esta es la Durban que los delegados de la cumbre no ven. Este es el centro tóxico de Africa", decía un residente. La gente se queja de que el sur huele a huevos podridos y orín.