TUtn fantasma recorre Europa: el fantasma de la desidia. Es un fantasma fatigado de su propia historia, que pasea por su reino con una mortaja de púrpura y armiño, grilletes de oro y todo el tiempo del mundo para aburrirse. Pero bajo su pecho asmático aún palpita un corazón en forma de clavel latiendo a ritmo de fado cada 25 de abril. Regresará hoy a muchas radios del mundo la voz de Zeca Afonso como una consigna de un tiempo muerto, y las manos jóvenes y las no tan jóvenes cambiarán el dial porque la copla ha de sonarles a ultratumba. Grándola Vila Morena, terra da fraternidade . Si al menos la cantara Soraya o el Pitingo . O Marea y Extremoduro , que son los preferidos por mi hija, quien, por cierto, cumple hoy quince años. Ella bosteza si le recuerdas que su cumpleaños coincide con el 35 aniversario de la Revolución de los Claveles. Y lejos de irritarme me felicito por ese bostezo. Es el exacto galardón que buscaban los que hicieron posible el fin de una dictadura. Es el bostezo que produce la normalidad. Salir a la calle con el pelo pintado de azul. Reclamar que las lesbianas dejen de ser mujeres invisibles. Elegir tu religión o pasar de religiones. Sacar a mear al perro y cruzarte con dos chicos que pasean su ternura cogidos de la mano. Em cada esquina um amigo, em cada rosto, igualdade . Y que todo sea normal y que nada haga sangre. Para eso hace un pueblo las revoluciones. Pero la normalidad produce desidia cuando uno olvida que somos ciegos guiados por locos. Alonso Guerrero lo dice a menudo: hay que volver de vez en cuando a la canción protesta, a la poesía con sentido, al teatro de reflexión. Que no olviden que el pueblo es un dogo que pasa del bostezo al mordisco en cuanto siente que le aprietan el collar más de lo conveniente.