La Asociación de Clínicas Acreditadas para la Interrupción del Embarazo (ACAI) en España dio ayer un suspenso casi generalizado a la nueva ley del aborto a los siete meses de su aplicación. Solo superan el aprobado las comunidades de Andalucía y Asturias, mientras que Madrid y Cataluña se sitúan a la cabeza de las que presentan más dificultades para lograr que esta prestación sea asequible, equitativa, gratuita, con intimidad y desideologizada. Como resultado, en Cataluña, por ejemplo, se está financiando públicamente alrededor de un 60% de las intervenciones llevadas a cabo frente a un 40% que siguen siendo privadas, según la vicepresidenta de ACAI, Francisca García.

PREPAGO Y DEMORAS La única comunidad en la que las mujeres deben abonar previamente la intervención en las clínicas, con un coste de 350 a 450 euros en función de la semana de gestación, es Cataluña. Pero aunque la Generalitat tiene el compromiso de reembolsárselo, el proceso burocrático conduce a una demora de meses "precisamente en mujeres que han recurrido al aborto por sus deficiente situación económica", apuntó García.

Además, la duración del proceso desde la solicitud a la realización del aborto en Madrid y Cataluña" se alarga hasta dos o tres semanas", periodo en el que la mujer sufre "un periplo vital y médico" que le lleva muchas veces a renunciar o, al menos, a desistir de practicar el aborto en la sanidad pública.

La ausencia de confidencialidad e intimidad es otra de las grandes deficiencias detectadas, ya que las mujeres han de identificarse durante todo el proceso y al final para el reintegro de gastos a través el CIP (Código de Identificación Personal), según denunció Santiago Barambio, presidente de ACAI.

PLAZO RIGUROSO Barambio también denunció como gran laguna de la ley la falta de definición del concepto de "gestación", lo que crea inseguridad jurídica tanto a la mujer como a los médicos a la hora de fijar con rigor el plazo de las 14 semanas en las que se puede abortar libremente. La indefinición sigue dejando en manos de los jueces la forma de calcular las semanas y el momento de inicio del embarazo.

ACAI recordó que mantiene su petición de que el cómputo se haga, como establece la OMS, desde el momento en que se ha producido la nidación del huevo o cigoto en el endometrio (útero) y no desde la pérdida de la menstruación, como se interpreta en algunos casos.

Los responsables de ACAI aseguraron que, desde la entrada en vigor de la ley, la experiencia diaria muestra que "va disminuyendo lentamente el número de abortos". García atribuyó la caída de las intervenciones al descenso de mujeres inmigrantes y a que la crisis económica hace que disminuya la voluntad de tener hijos, lo que, a su vez, provoca "menos casos de malformaciones o problemas sociales para la madre" que le inducen a tomar la decisión de abortar.