«Masterchef es una ensalada y cada niño, un ingrediente». Así de contundente se expresa Javier Carazo, subdirector del programa revelación de la pasada temporada sobre un nuevo plato televisivo, en fase de elaboración, que promete ser la bomba. Con el éxito del concurso de talentos de TVE-1 (producido por Shine Iberia) todavía a media digestión, el equipo de Masterchef ha empezado a cocinar una versión centrada en niños de 8 a 12 años. «Nos hemos quedado patidifusos. Los que no tengan críos van a alucinar», prosigue Carazo. Y eso que lo mejor está por llegar...

El lunes pasado se inició en Bilbao el casting del programa júnior, que probablemente se emitirá en Navidad. Calentará fogones cara a la segunda temporada de la versión adulta, prevista para el 2014. Ayer, el séquito gastronómico recaló en Catalunya. Y lo hizo en uno de los centros de investigación culinaria más reputados, la Fundació Alícia, que vela por la divulgación de la buena alimentación.

«Queremos fomentar la comida saludable», insiste Carazo, que pretende desterrar del menú infantil las «guarrerías industriales». «No todo son pizzas y hamburguesas -continúa-. Y contamos con muchos productos frescos». El complejo del Món Sant Benet, en Sant Fruitós de Bages, acogió a 40 niños -acompañados de familiares y amigos- pertrechados con neveras portátiles, túpers, delantal y, sobre todo, mucha expectación. Lo dijo Ferran Adrià en la final de Masterchef, el pasado 2 de julio: «No se cocina con las manos, sino con amor y cabeza». Pues esos ingredientes, los más pequeños los salpimentaron ayer con grandes raciones de ilusión.

Allí estaba Ricard Rosa, un chiquillo de Barcelona de 12 años que no perdió la sonrisa. A los 11, ya gestó su primera caldereta y ayer presentó un salmorejo con crujiente de jamón y huevos de codorniz. «Vi la receta y la he adaptado. Sobre todo, el jamón tiene que quedar crujiente, ¡eh!», apunta este minichef que precisamente ayer celebraba su cumple. «Espero que se tome esta experiencia con tranquilidad y como un regalo de cumpleaños», explica su madre, Victòria.

En media hora

La prueba de la mañana consistió en emplatar, en media hora, un guiso que los críos debían tener ya preparado. Los familiares siguieron atentos el proceso. Tampoco les quitaron ojo los asesores culinarios de Masterchef, Álex Alcántara y David Marsal, y su ayudante, Manuel Viseras. Alcántara le pregunta a uno de los chiquillos cuánto tiempo le ha llevado cocer una quiche. «Treinta minutos -responde el pequeñajo-. Si sale limpio el cuchillo cuando pincho, es que ya está». «Vale, el truco de la abuela...», le suelta el gastrónomo.

De los 40 iniciales, 14 pasaron por la tarde a hacer una prueba en la cocina. Carazo les anuncia que el ingrediente principal será la lechuga. «Estad tranquilos -comenta a los padres-, porque les ayudamos en todo lo que podemos. Hasta tenemos un ATS».