Ingrid D. S., una barcelonesa de 33 años, se debatía ayer entre la vida y la muerte en el Hospital de Sant Pau de Barcelona, donde ingresó tras recibir una profunda puñalada en la yugular. Su marido, Adhimir P. V., un boliviano de 51 años, confesó, entre lágrimas, ser el agresor.

Los hechos ocurrieron a las 13.20 horas en la calle de Camp Arriassa, donde el matrimonio vive con sus dos hijas, de 16 y 10 años. Tras una disputa, el marido agarró un cuchillo de cocina con una hoja de 10 centímetros y se lo clavó a su mujer. Inmediatamente después, el hombre telefoneó a la Guardia Urbana. Tras relatar los hechos, pidió, muy alterado, una ambulancia. Una pareja de agentes se acercó hasta el domicilio y encontró al hombre en la escalera. La hermana se hizo cargo de las hijas.