Cualquier persona que entre en las múltiples páginas de internet que ofertan apuestas deportivas, lo primero que se encuentra es un banner publicitario donde se le informa de que puede conseguir en torno a 100 o 200 euros «gratis». Son los llamados bonos de bienvenida, en el lenguaje utilizado por los operadores del juego, que también usan promociones de «fidelización» como estrategia publicitaria, pero ambas tienen los días contados.

El ministro de Consumo, Alberto Garzón, anunció ayer que el proyecto de real decreto que regulará la publicidad del juego on line prohibirá las «campañas agresivas» con «bonos económicos» que sugieran al usuario que disfruta de un «dinero gratis». Asimismo, se limitarán estas promociones a un máximo de 100 euros, con la vista puesta en proteger a los dos colectivos más vulnerables: los menores y los jugadores compulsivos. Y es que, según subrayó el ministro, dicha estrategia comercial, pese a ser «legítima» para expandir un mercado «legal», se ha demostrado «controvertida» porque bajo el engañoso mensaje de dinero gratis «se atrae a menores de edad y a personas con problemas de salud que hubieran necesitado dejar de jugar». Por todo ello, se prohibirán la publicidad de los bonos cuando «conlleven algún tipo de bonificación económica». Asimismo, el proyecto de real decreto acotará los espots sobre cualquier tipo de juego on line a la madrugada, entre la una y las cinco.

El objetivo final de la reglamentación, que lleva pendiente desde que en el 2011 se reguló este sector, es el de proteger la «salud pública» en un contexto en el que la proliferación de casas de apuestas y el juego a través de internet ha generado una «alarma social» a la que el Ministerio de Consumo pretende dar respuesta con el decreto sobre la publicidad como «primer paso».