Aunque España sigue siendo uno de los países más alejados del compromiso de Kioto, la crisis, y también los esfuerzos para reducir el consumo eléctrico y la apuesta por las renovables, hacen obtenga mejores resultados de los previstos. El Gobierno remitió ayer a Bruselas un inventario de emisiones que reduce en tres puntos el grado de incumplimiento previsto. Así, mientras el Ejecutivo preveía que en el periodo 2008-2012 se emitiese un 37% más que en 1990 (el protocolo de Kioto permite un 15% más), ahora prevé que se emitirá un 34%, gracias a los resultados de los dos últimos años.

Aún falta por saber el cierre del 2009, pero el Gobierno calcula que las emisiones cayeron en torno a un 8% respecto al 2008. A esto hay que sumar la reducción del 7,7% registrada en el 2008, la más significativa desde 1990.