La cifra puede resultar inverosímil a ojos de todos aquellos para los que asomarse a la red se ha convertido en algo tan habitual como asomarse al balcón y tan indispensable como visitar el baño, pero un estudio de la UE asegura que el 38% de los españoles no ha utilizado internet en su vida. Un año más --el informe muestra datos del 2008--, España se sitúa por detrás de la media tecnológica comunitaria: en el nivel de penetración de la banda ancha, en el número de hogares que disponen de conexión y en el porcentaje de ciudadanos que hacen uso de esta.

"El progreso en España es lento", sostiene el documento. Llevado a cabo por la Comisión Europea, llamado Informe de competitividad digital y dado a conocer el pasado martes, el trabajo refleja que mientras que internet supone una dimensión absolutamente desconocida para casi el 40% de los españoles, en el caso de toda la Europa de los 27 el porcentaje desciende hasta el 33%. España, en este campo, ocupa el puesto 17 en la clasificación comunitaria.

El país tampoco queda mejor parado en otras parcelas: el 20,2% de sus ciudadanos dispone de banda ancha frente al 22,9% de la media comunitaria; el 51% de sus hogares tienen conexión a internet mientras en toda la UE son el 60%; el 49% de los españoles hacen uso de la red al menos una vez a la semana frente al 56% de los europeos; y, por último, el 34% de sus habitantes se conectan cada día o casi cada día, cuando la misma práctica se da entre el 43% de los ciudadanos comunitarios.

LOS AVANCES Hay, sin embargo, pequeños síntomas esperanzadores. España, aun con la morosidad consignada por la Comisión, avanza. Cuatro años atrás, en el 2005, la mitad de sus habitantes no había abierto jamás un navegador. Y luego, en indicadores más específicos y modestos que los anteriores, se encuentra levemente por encima de la media comunitaria actual: en la lectura on line de periódicos (la practican el 27% de los españoles frente al 25% de los europeos); en las descargas, escuchas o visionados de música y películas, en las que el documento no distingue entre formas legales e ilegales (31% frente 28%); o a la hora de escuchar la radio y ver programas televisivos a través de la web (23% frente a 20%).

El informe, en un plano general, de toda Europa, ofrece un diagnóstico ambivalente, con motivos para preocuparse y motivos para sacar pecho, motivos para el optimismo económico y motivos para el desánimo de cierto tipo de industria. Refleja que la cuarta parte de ese 33% de ciudadanos comunitarios que ignora por completo la red carece de conexión porque no tiene dinero para pagarla, pero también que la UE, tras varios años en el segundo puesto, ha desbancado a Estados Unidos como el territorio donde hay más internet de alta velocidad.

Sostiene que el sector de las nuevas tecnologías "tiene un enorme potencial para generar ingresos y puede sacar a Europa de la crisis económica", pero al mismo tiempo muestra que uno de cada tres jóvenes comunitarios de entre 16 y 24 años --la llamada "generación digital, pues nacieron al mismo tiempo que internet-- no están dispuestos a desembolsar dinero por contenidos musicales, audiovisuales o escritos a través de la red. Este dato viene a confirmar los peores temores de las industrias televisiva, musical, cinematográfica y mediática: puede resultar imposible conseguir que los más jóvenes paguen por algo on line.

Viviane Reding, comisaria europea de Sociedad de la Información y encargada del informe, opinó que para detener la piratería cabía imponer que las compañías que venden de forma legal canciones y películas ofreciesen sus servicios por el mismo precio. A tenor de este estudio, quizá la solución no sea esa.