Los cuatro espeleólogos madrileños de los que no se tiene noticias desde que el sábado accedieron a una cueva de Soba (Cantabria) podrían haberse quedado atascados en algún punto de la cavidad sin poder moverse y la Guardia Civil baraja que ninguno esté herido.

Así lo ha explicado a Efe Joaquín, padre del más joven de los cuatro espeleólogos a los que agentes del Grupo Especial de Rescate en Montaña (Greim) de la Guardia Civil de Cantabria, Asturias y León buscan desde el domingo en la cueva de Rubicera, en el valle Collado del Asón.

Se trata de tres hombres y una mujer de entre 39 y 42 años que entraron en la cueva el sábado por la mañana con la previsión de realizar una ruta que los expertos suelen tardar entre 10 y 12 horas en recorrer.

Un quinto miembro de este grupo que les esperaba fuera fue el que dio el aviso a la Guardia Civil el domingo por la mañana al no tener noticias de sus compañeros.

En declaraciones telefónicas a Efe desde Madrid, donde reside, Joaquín, el padre de uno de los deportistas, ha explicado que no ha podido hablar con el otro espeleólogo que no accedió a la cueva.

Ha explicado que su hijo no tiene una gran experiencia en cavidades como la de Rubicera, con un desnivel que puede llegar a alcanzar los 552 metros.

"Ha ido a Soria y ha hecho alguna (cueva) en Madrid, pero tampoco se había movido en grandes cuevas", ha asegurado el padre del espeleólogo, quien ha puntualizado que los expertos en este deporte son otros dos miembros del grupo, que estaban alojados en una casa rural en Asón.

De momento, según ha señalado Joaquín -que está en contacto permanente con la Guardia Civil-, se baraja la posibilidad de que ninguno de los cuatro espeleólogos esté herido y que la razón para que aún no hayan salido es que se encuentren atascados en algún tramo de la cueva.

"Dicen que es cuestión de tiempo encontrarles", ha explicado, a la vez que ha destacado el comportamiento de los agentes que participan en el rescate.

La espera es "dura" y la preocupación de la familia "cada vez mayor". "Esto se está empezando a alargar", se ha lamentado Joaquín.

La misma teoría de la Guardia Civil es la que baraja David Fernández de Miguel, miembro del grupo madrileño Espeleo Minas, al que pertenecen los cuatro desaparecidos, para quien la razón de que sus compañeros todavía no hayan salido de la cueva es que "deben haber tenido algún problema técnico".

Este espeleólogo ha dicho a Efe que esta "no es de las cuevas más complicadas de la zona", aunque ha explicado que tiene un desnivel entre la boca de entrada y la salida que obliga a hacer 'rapel' en varios tramos de su recorrido.

"La única manera de salir es hacia abajo, y claro, si se te atasca la cuerda y no la puedes recuperar, te quedas atascado", ha argumentado.

Aunque desconoce si era la primera vez que entraban en esta cueva, David ha asegurado que los cuatro espeleólogos -alguno de ellos con más de 20 años de experiencia- habían estudiado su morfología y conocían su dificultad.

El joven tampoco ha podido precisar el material de supervivencia con el que sus compañeros entraron el sábado, aunque ha especificado que para este tipo de expediciones se suele llevar mantas térmicas y alimentos "para pasar el día", "como si fueras de excursión".

"Tampoco puedes llevar mucho porque tienes que hacer rapel con todo el peso que lleves", ha añadido David.