Los menores de 3 años con graves discapacidades, unos 1.400 en España, dispondrán al fin de un baremo específico dentro de los beneficiarios protegidos en la ley de dependencia. La iniciativa, que ya estaba prevista en ese texto legal y que llegará con siete años de retraso, será presentada a las comunidades autónomas antes del próximo verano y su objetivo es facilitar la atención temprana y la rehabilitación de las capacidades físicas, mentales e intelectuales de este "reducido pero importante colectivo", según señala Sanidad. O como asegura la titular del Ministerio, Ana Mato, "que todos los niños tengan desde el primer día, sea cual sea su situación, las mismas oportunidades".

La primera finalidad es ampliar las prestaciones y servicios y paliar en lo posible dramas como el de Aleix y otros niños, denunciados ayer en EL PERIODICO DE CATALUÑA. Ahora las ayudas se concentran fundamentalmente en la prestación económica de cuidados familiares, 420 euros mensuales en el mejor de los casos, que suponen cerca del 93% del total. La prestación para la atención y prevención supone solo el 5% en este colectivo. Esta es precisamente, según el borrador, una de las áreas que se quiere potenciar contemplando la intervención primaria, para disminuir la aparición de factores de riesgo, la secundaria (detección precoz de menores de 0 a 3 años) y la terciaria (intervención temprana).

Otras líneas de actuación, que serán debatidas con los responsables de las comunidades autónomas, tienen que ver con el desarrollo de un marco normativo para toda España, un programa de información y sensibilización de la sociedad y la coordinación de los sistemas de sanidad, servicios sociales y educación. También se fijará la participación y el apoyo a las familias, la calidad de los servicios previstos y la formación de profesionales.

DEBATE SOSEGADO ¿Por qué un baremo especial y únicamente hasta los 3 años? César Antón, presidente del Imserso, que gestiona la ley de dependencia, advierte de que ahora todos los dependientes están incluidos en un baremo único, pensado para adultos, y que la atención temprana en discapacidad exige hacerlo de 0 a 3 años porque a partir de esa edad hay leyes, como la de educación, que ya obligan a que por circunstancias especiales se escolaricen y reciban una atención especial. "Se hará un debate sosegado con los profesionales para ordenar los servicios desde el nacimiento", apunta Antón.

El Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi) subraya que la iniciativa debió aprobarse hace casi siete años, como ordenaba la ley de dependencia. A su juicio, que estos beneficiarios no lleguen a representar el 0,2% del total "no justifica esta desidia culpable" que les ha ocasionado a ellos y a sus familias carecer de un apoyo más intenso y especializado, en atención a sus circunstancias singulares.

"En los primeros años de vida de una persona con discapacidad se puede marcar para bien o para mal su futuro y grado de dependencia", advierte Roser Romero, responsable de la comisión de autonomía personal del Cermi.

El proyecto, opina en otro momento, debe ir encaminado a potenciar al máximo las capacidades de estas personas. No vale hacer un modelo para todos, hay que estudiar caso por caso para ver lo que necesita cada uno y que puedan tener los recursos necesarios para se lo menos dependientes posibles".