Los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana han desmantelado en Barcelona un punto de venta de una nueva droga sintética llamada 'Spice', un derivado de la anfetamina que produce graves efectos en el sistema nervioso central, han informado este martes fuentes policiales.

El aviso se inició a raíz del aviso de la Agencia de Salud Pública de Barcelona de un incremento de casos de personas con problemas de drogodependencia que estaban comprando una sustancia en un local de venta de semillas e instrumentos relacionados con el cultivo de marihuana en el barrio del Poble Sec.

A partir de aquí, los Mossos y la Guardia Urbana establecieron un dispositivo de control del local, comprobando que cada día se formaban colas de toxicómanos esperando a que abriese sus puertas.

Los agentes decomisaron a diversos clientes una sustancia que dio positivo en metanfetamina y comprobaron que la tienda promocionaba la venta de otro tipo de sustancia llamada 'Spice'.

Esta sustancia, con presencia a diversos países europeos, es una mezcla de sustancias vegetales naturales con cannabinoides sintéticos, un polvo blanco derivado de la anfetamina con efectos parecidos sobre el sistema nervioso central y que puede causar efectos como taquicardias, alucinaciones y desmayos, además de ser adictiva, según las mismas fuentes.

El 'Spice', además, es una sustancia manipulada para dar resultado positivo en los controles habituales de personas en tratamiento de desintoxicación y que su bajo precio de venta hace que sea consumida mayoritariamente por jóvenes.

Registro del local

Los investigadores realizaron el 30 de octubre con autorización judicial un registro del local, e interceptaron al vendedor habitual, que llegaba al local con una mochila en la que llevaba diversas dosis de la droga sintética.

La venta del producto --del que requisaron 449 sobres-- se realizaba bajo la apariencia de productos vegetales naturales no aptos para el consumo humano, y los investigadores comprobaron que se publicitaba en internet y mediante 'flyers' y trípticos que se distribuían entre el público y que hacían venta a domicilio.

Los agentes detuvieron al vendedor, de 32 años y nacionalidad rumana, como presunto autor de un delito contra la salud pública y dieron de alta una orden de arresto del administrador del local, rumano de 33 años, al que le constan seis antecedentes; el arrestado quedó en libertad con cargos tras pasar a disposición judicial.