Dos adolescentes han sido detenidos como sospechosos de haber matado de un disparo a un niño de once años mientras jugaba al fútbol en Liverpool (norte de Inglaterra), informó hoy la Policía. Rhys Jones murió el miércoles por la noche al recibir el impacto de una bala en el cuello, cuando disputaba un partido de fútbol con varios amigos en el aparcamiento de un pub en el barrio de Croxteth.

Según la Policía del norteño condado de Merseyside, el niño -de quien se difundió hoy una foto en la que aparece con la camiseta del Everton, su club de fútbol preferido- fue tiroteado por un adolescente encapuchado que iba en bicicleta por la zona. Los dos sospechosos, de 18 y 14 años y cuyas identidades no se han divulgado, están hoy siendo interrogados en dependencias policiales.

"Ha habido dos detenciones en este caso, pero eso no prueba nada. Lo importante es decir a los ciudadanos que necesitamos su ayuda, ya que aún no estamos seguros de quién cometió este crimen", dijo el comisario jefe de la Policía de Merseyside, Bernard Hogan-Howe. "Este es un crimen horroroso, sin sentido, y la comunidad tiene la pista para resolverlo rápidamente", subrayó Hogan-Howe, al insistir en que "alguien ahí fuera" conoce la identidad del asesino.

La ministra británica del Interior, Jacqui Smith, se declaró "conmocionada y triste" al ser informada del "trágico tiroteo". Smith, que envió su pésame a la familia de la víctima, tiene previsto reunirse hoy con el primer ministro, Gordon Brown, para tratar el problema de la violencia juvenil, en una entrevista programada antes del suceso. Unos cien agentes se han hecho cargo de la investigación del caso y hoy están rastreando el lugar del crimen en busca de pistas que ayuden a esclarecer los hechos.

Un testigo ocular, que no se ha identificado pero que se encontraba en el pub cercano al aparcamiento en el que jugaba el pequeño Jones, ha asegurado que un joven encapuchado de unos 14 ó 15 años fue el autor de los disparos. Según esa versión de los hechos, el agresor disparó tres tiros desde una distancia de treinta metros, uno de los cuales no dio en el blanco, en tanto que un segundo impactó en un automóvil y un tercero alcanzó a Jones.

Conmoción en el entorno

Un vecino de la familia de la víctima, que reside en el mismo barrio de Croxteth y prefirió ocultarse en el anonimato, se declaró "estupefacto" por la noticia. "Era un niño encantador que siempre jugaba al fútbol con la camiseta del Everton (uno de los dos clubes de la ciudad que militan en la "Premier League" inglesa, junto al Liverpool). Pertenecía a una familia muy respetada y cariñosa", agregó ese vecino. Otro vecino, Toy Ainscough, de 31 años y cuyo hijo de nueve años era amigo de Jones, dijo sentirse "completamente devastado" por la muerte de "un niño inocente".

Desde el Everton, un portavoz envió sus condolencias a los familiares del niño en "este espantoso momento". El suceso coincide con un debate sobre el aumento de la violencia juvenil en las calles del Reino Unido, que comienza a atemorizar a los adultos, mientras los políticos y la Policía abogan por tomar medidas urgentes antes de que se escape a todo control.