Durante la devolución a Marruecos, el 6 de octubre, de 73 subsaharianos que habían asaltado las vallas de Ceuta y Melilla se produjeron un cúmulo de irregularidades entre las que destaca la inclusión en el grupo de tres refugiados reconocidos como tales por la Oficina del Acnur en Rabat. Así consta en el informe expuesto ayer en el Congreso por la adjunta al Defensor el Pueblo, María Luisa Cava de Llano.

El informe relata cómo tras la salida de España se tuvo conocimiento de que seis de ellos manifestaron que hubieran deseado pedir asilo, pero en nuestro país no se les dio ninguna opción para hacerlo. El ACNUR informó luego de que tres de ellos, de Costa de Marfil, han visto reconocida su condición una vez en Marruecos, lo que ha creado a este país un difícil dilema.