El Juzgado de Menores de Sevilla ha condenado hoy a diez años de reclusión en centro cerrado y cinco años de libertad vigilada al chico de 17 años que mató a otro en un botellón de Los Palacios (Sevilla), en una sentencia que ha impuesto la mayor pena posible ya que el ataque fue inesperado y por la espalda.

Fuentes del caso han dicho a Efe que el juez de Menores ha impuesto al procesado F.J.R.R. la condena por asesinato que solicitó la acusación particular que ejercieron los padres de la víctima, superando los ocho años de reclusión que había pedido la Fiscalía de Sevilla.

El juicio se celebró durante dos días, en los cuales el procesado negó ser el autor del apuñalamiento mortal y aseguró que su grupo estaba en minoría y que salió huyendo del lugar, un punto de concentración de botellón juvenil conocido como "El Pabellón".

Pese a ello, dos testigos de la pandilla del fallecido, que también fueron apuñalados, lo identificaron plenamente y aseguraron que el ataque fue por la espalda.

Los hechos ocurrieron en la madrugada del 23 de marzo de 2008, durante un enfrentamiento entre dos pandillas rivales que dos días antes habían protagonizado otra trifulca a las puertas de una discoteca.

Según las acusaciones, el procesado F.J.R.R., entonces de 17 años, llegó en coche con sus amigos y llevaba escondida entre su ropa una navaja de 11 centímetros "con la intención de apuñalar" a F.J.C.T. como consecuencia de la pelea que las dos pandillas habían mantenido dos días antes.

Según la sentencia, el procesado abordó al otro joven por la espalda, le rodeó con sus brazos y le apuñaló dos veces en el tórax, lo que le alcanzó al pulmón y le causó la muerte por encefalopatía anóxica secundaria y pérdida masiva de sangre.

El procesado apuñaló a continuación en la pierna y en el costado a los otros dos jóvenes, que resultaron con heridas de las que tardaron en curar 19 días.

El primero de ellos, J.M.G., acudió en defensa del luego fallecido y sujetó al procesado por la cabeza entre el brazo y la axila, pero éste "se revolvió" y le apuñaló en la pierna.

El segundo, J.R.V., tiró al acusado al suelo pero éste se levantó y le asestó una puñalada en el costado. El procesado ha negado en todo momento ser el autor de la agresión y ha sostenido que fue detenido por la única razón de que acudió a la Guardia Civil a denunciar que fue agredido.