La Audiencia Provincial de Colonia (oeste de Alemania) condenó hoy a doce años de prisión a un hombre que mató a golpes a su hijo de tres años y medio en 2001.

El tribunal consideró probadas las acusaciones de homicidio y maltrato a una persona bajo su custodia. El ahora condenado, de 31 años, golpeó a su hijo en la cabeza, cuando los dos se encontraban en su vivienda, con tanta intensidad que le provocó daños cerebrales.

Poco después, el niño murió a consecuencia de las heridas en una clínica pediátrica de Colonia. El hombre explicó ante el tribunal que empujó a su hijo contra la pared tras enfadarse por que el niño se había orinado en la cama, pero que no tuvo intención de matarlo.

El tribunal argumentó, sin embargo, que el hombre "había asumido la posibilidad" de que el niño muriera a consecuencia de su acción. Al parecer, el padre, que ya ha pasado dos años en prisión preventiva, había llamado la atención de los vecinos por pegar en varias ocasiones a su hijo.