Un matrimonio de Fresnedoso de Ibor, en Cáceres, sin excesivos conocimientos de informática ha inventado Remotte, el primer mando a distancia para controlar las gafas inteligentes Google Glass, que evita el uso de la voz o tener que hacer "aspavientos" con las manos para su manejo.

Todo surgió hace poco más de seis meses, cuando Juan Carlos Ramiro se despertó de un sueño en el que utilizaba las Google Glass. Aunque nunca las había tocado ni probado, sintió que le gustaría manejarlas "sin tener que hablar ni mover las manos ni la cabeza", explicó ayer en una entrevista con Efefuturo.

Ramiro y su mujer, Diana López, explicaron cómo se las ingeniaron para idear este novedoso mando, todavía un prototipo pero ya patentado, y lo hicieron durante una jornada de The App Date, el evento de referencia sobre aplicaciones móviles en España, con el patrocinio de Microsoft. El mando, cuyo uso es opcional para el manejo de estas gafas, diseñadas para funcionar tocando una de sus patillas o con comandos de voz, evita los movimientos de mano o cabeza tan "incómodos" que este dispositivo exige y hace más "natural" su control, según Ramiro.

Asimismo, Remotte envía órdenes desde sus sensores táctiles sin necesidad de hablar; con Google Glass, los comandos de voz "no siempre funcionan", por ejemplo, cuando hace viento, añadió, tras precisar que el mando garantiza mayor discreción, ya que no requiere indicaciones orales que otros pueden oír.

El primer prototipo fue de madera, creado justo la mañana misma después del sueño. A los pocos días, registraron la patente en EEUU, y su proyecto se difundió rápido entre desarrolladores y blogueros tecnológicos.

Según Ramiro, Remotte dispone de un botón central y dos sensores táctiles, uno lineal y otro circular. Su conexión a las Google Glass se realiza con Bluetooth para que los movimientos en el mando con el dedo se reproduzcan de forma instantánea en la pantalla de las gafas.

SENCILLO DE USAR "Es como el ratón del ordenador. No hay que mirar, porque permite utilizar las gafas de forma intuitiva, sin levantar la mano hasta la oreja ni hacer extraños movimientos con la cabeza", aseguró.

También cuenta con sensores de temperatura, giroscopio y acelerómetro. Sus inventores confían que sirva de inspiración para desarrollar aplicaciones en ámbitos como los deportes extremos o el juego.