El machismo ha vuelto a cobrarse dos nuevas víctimas en apenas 24 horas en España. Una de ellas, en la localidad sevillana de Aznalcóllar. La otra, en el municipio madrileño de Fuenlabrada. Con estas dos mujeres asesinadas a manos de sus parejas son ya 13 las fallecidas por culpa de la violencia de género en el 2020 y 1.046 desde el 2003, año en que se comenzaron a contabilizar oficialmente estos delitos.

El martes por la noche, un hombre de 51 años mató con una escopeta de caza a su mujer, María del Mar C., de 43 años, y después se suicidó disparándose con la misma arma. Fuentes de la Guardia Civil confirmaron ayer que la pareja convivía en el domicilio familiar donde ocurrieron los hechos y en el que se encontraba el hijo menor de la pareja, de 4 años, cuando tuvo lugar el crimen.

Fueron los vecinos quienes, sobresaltados, llamaron a emergencias alertando de ruidos de disparos y del llanto de un niño en una vivienda en pleno centro de la localidad. Al tener constancia de que el hombre, Eugenio L., podía estar armado, los agentes no dejaron entrar a los sanitarios hasta comprobar que no había riesgo. Pero al acceder al inmueble localizaron los dos cuerpos ya sin vida en medio de un charco de sangre y al lado de la escopeta de caza supuestamente empleada en el homicidio.

Fuentes de la investigación apuntaron que el agresor llamó a una de sus dos hijas mayores, que tienen 20 y 15 años, para contarle lo que había hecho antes de acabar con su vida. El hombre tenía permiso de armas y no constan antecedentes por malos tratos.

EN EL RELLANO / A poco más de 500 kilómetros, en Fuenlabrada, un hombre de 73 años, natural de Peñalsordo (Badajoz) apuñaló mortalmente a su mujer, de 75, minutos antes de la una de la tarde de ayer. Después intentó suicidarse, aunque los sanitarios lograron estabilizarlo y llevarlo al hospital en estado muy grave.

En este caso también fue una vecina quien alertó al 112 tras ver a la víctima en el rellano de la escalera sangrando abundantemente, con una puñalada en el cuello y otra en el tórax. A la llegada de los sanitarios ya había entrado en parada cardiorrespiratoria, que consiguieron revertir. Sin embargo, cuando ya estaba en la ambulancia camino del hospital volvió a sufrir un paro cardiaco y murió.

En la vivienda yacía en el suelo su pareja, y presunto homicida, que presentaba una puñalada en el abdomen y dos en el cuello. Fue estabilizado por los sanitarios, que lo trasladaron en estado muy grave, corriendo peligro su vida, al Hospital 12 de Octubre de Madrid, informó el 112.

La policía tiene claro que se trata de un caso mortal de violencia de género e intento posterior de suicidio del asesino. Al cierre de esta edición se desconocía si vivian juntos y si había antecedentes por violencia machistas u órdenes de alejamientos.

La ministra de Igualdad, Irene Montero y la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell, expresaron su más absoluta condena y repulsa por los asesinatos. «La violencia tiene género. Negar la discriminación y la violencia estructural contra las mujeres, minar su credibilidad, pone en riesgo a las víctimas que están vivas», afirmó Rosell, remarcando que «la lucha contra las violencias machistas es una política de Estado» y «una prioridad vital, literalmente, que implica a toda la ciudadanía».

Desde el ministerio anunciaron que el primer jueves de cada mes tendrá lugar una comparecencia institucional para valorar la situación de la violencia machista en España y las políticas que se están llevando a cabo.

SIN DENUNCIAS PREVIAS / Según informó la Guardia Civil, doce de las trece mujeres asesinadas en lo que va de año no habían presentado denuncias previas contra su asesino. Solo en uno de los casos consta una denuncia, pero fue presentada ante los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado por alguien del entorno de una mujer de 36 años cuyo cadáver fue localizado en un contenedor en la localidad alicantina de Moraira.

Nueve de las 13 asesinadas eran pareja de su presunto agresor en el momento del crimen, mientras que las otras tres eran expareja o estaban en fase de ruptura. Convivían con él nueve víctimas. Nueve eran españolas y cuatro, extranjeras. Once de los agresores eran españoles. Cuatro de los maltratadores se suicidaron tras el crimen, y dos lo intentaron.