La Consejería de Educación del Gobierno balear ha descartado que la agresión que sufrió una niña de 8 años a principios de este mes en la escuela Anselm Turmeda de Palma de Mallorca se debiera a un caso de acoso escolar y atribuye el incidente a una disputa por una pelota durante un partido de fútbol que se llevó a cabo en la hora del patio. El Departamento de Inspección Educativa ha concluido, tras realizar varios informes, que «en ningún momento se detectó en los alumnos intención previa de agredir a la alumna, sino [que se debió] a un acto no premeditado para quitarle la pelota, lo cual no los exime de una conducta gravemente perjudicial para la convivencia en el centro».

En un comunicado, la conselleria asegura que después de los incidentes, la niña «continuó las clases con normalidad y ni la tutora ni otros profesores observaron ninguna secuela física que hiciera evidente que la alumna necesitaba asistencia médica. Solo mostraba unas pequeñas marcas en el codo y en la pierna, compatibles con la caída al suelo, caída motivada posiblemente por el forcejeo al disputarse la posesión de la pelota», destaca la nota.

Esta versión contrasta con la de la familia, que aseguró que la niña sufrió «desprendimiento de riñón, fisura de costillas y contusiones en el pie y el codo», por lo que tuvo que ser hospitalizada. Por el contrario, el consejero de Educación, Martí March, firmó ayer que la niña acabó en el hospital porque así lo decidió la madre cuando fue a recogerla. «El centro entregó a la pequeña con golpes nada alarmantes y fue la propia directora quien aconsejó a la progenitora que la llevara a un centro médico para que estuvieran más tranquilos si quedaba en observación», puntualizó.

DE ENTRE 8 Y 12 AÑOS / La investigación del departamento de Educació ha determinado que en total había siete alumnos implicados en el incidente: dos de 8 años, un alumno de 9, uno de 10, dos de 11 años y uno de 12 años.

Por todo lo ocurrido, la dirección del centro ha decidido que los alumnos con participación más activa en los hechos, por haberlos iniciado o por haber participado de manera más violenta (dos alumnos de 8 años y uno de 9), sean suspendidos del derecho a asistencia a clase durante un periodo de cinco días.

Además, se propone igual corrección para los dos alumnos mayores, 11 y 12 años, al considerar que se tiene que tener en cuenta la diferencia de edad con la alumna y que como los estudiantes de mayor edad no solo no tendrían que haber participado en los hechos, sino que tendrían que haber mediado para que no se produjera ningún hecho violento. Los dos alumnos restantes, de 10 y 11 años, debido a su participación menos activa y violenta en lo ocurrido, serán suspendidos del derecho de asistencia al centro durante un periodo de tres días.

FACILIDADES / El conseller Martí March expresó su voluntad de que la niña continúe en el mismo centro educativo y sea escolarizada de inmediato. Pero también aseguró que, si la familia decide sacar a la alumna del centro, desde la conselleria se le ofrecerán todas las facilidades. No obstante, considera que mantenerla en el mismo colegio sería lo más sensato, ya que, según él, la pequeña «estaba integrada, feliz y su rendimiento escolar era óptimo», añadió.

Recordar que este caso ha tenido desde que se conoció una gran repercusión mediática y ha provocadas numerosas reacciones de rechazo. H