A Miguel Pérez Subías le gustaría que todos los reacios a la red fueran capaces de comprender que las ventajas superan los inconvenientes. Reconoce que hoy se puede vivir sin navegar. Pero ¿hay alguien que se plantee vivir sin teléfono? Pues lo mismo sucede con internet.

--Imagínese que tengo más de 60 años. Convénzame de que internet no muerde.

--Más que la edad, la verdadera barrera es el coco de cada uno. Hay mucha gente que se pregunta: "¿Qué beneficios me da la red?". Y otros, directamente, creen que nada bueno. Lo que ocurre es que el 70% o el 80% de lo que se publica en los medios convencionales sobre internet es negativo: bandas que falsificaban tarjetas de crédito, estafas, redes de pederastas... La forma de convencer a los escépticos es preguntarles por las cosas que son importantes para ellos. ¿Su pueblo, su sobrino ...? Pues sepan que eso está en internet.

--Mucha gente opina que, hace años, se vivía y se trabajaba sin internet divinamente.

--Claro, es como decir que se puede vivir sin teléfono. Se puede vivir sin internet. Sí. Pero llevar una vida normal sin teléfono no es posible. Exige renunciar a muchas cosas.

--¿A qué se dedicaba usted antes de que la red fuera una realidad en España?

--Soy técnico y me dedicaba a programar ordenadores. Mi aproximación a internet fue fruto de la casualidad.

--Un estudio dice que los navegantes son más activos, tienen más amigos, están implicados en la vida pública y son menos depresivos.

--Lo de las depresiones no lo sé. Que son más activos, claro que sí. La gente sabe que desde internet es más fácil llegar al poder. Tú, como cliente, pones una queja y sabes que llega. Es decir, la red no te aísla. Otra cosa es que quien tiene un carácter depresivo puede encontrar en internet una forma de desarrollar una patología, como la ludopatía o la adicción al sexo. Pero la red no potencia esas actitudes.

--¿Cree que acabaran por desaparecer las bibliotecas, los diarios, los cedés...?

--El papel tiene que desaparecer. Pero su enemigo no es internet, sino la ecología. Es un problema de racionalidad. Respecto a los discos, sucede lo mismo. Toda una mochila entera de cedés cabe en un sitio minúsculo. El libro, de momento, gana en ergonomía al ordenador. Pero ya está inventada una cosa que es la tinta y el libro electrónico.

--¡Pero con el gustito que da desayunar leyendo un diario de papel!

--Siempre que hay un avance, el sector al que afecta intenta agarrarse al negocio. Tú puedes mirar para otro lado, pero lo que tienes que hacer es reubicarte.