Diversas organizaciones feministas y el Partido Socialista pidieron ayer al Gobierno la dimisión de la directora del Instituto de la Mujer, Miriam Tey, porque la editorial de la que es copropietaria, El Cobre Ediciones, ha publicado un libro al que acusan de hacer apología de la violación. Todas putas, un libro de relatos de Hernan Migoya, contiene un cuento titulado El violador , en el que un violador se autojustifica, y otro sobre un pederasta.

Tey encargó el libro a Migoya, guionista de cómics y exredactor jefe de El víbora , tras leer precisa mente ese relato en internet, según publicó ayer La Vanguardia . La editora de El Cobre Ediciones aseguró que el libro "tiene un giro irónico" y "es una denuncia del comportamiento de los hombres desde la voz de un hombre". La editora declaró ayer que "hacer creer que una mujer defiende, justifica o hace apología de una violación es una locura perversa, propia de la campaña electoral". Tey añadió que el libro está publicado por una editorial privada y sin financiación pública.

La secretaria de Igualdad del Partido Socialista, Micaela Navarro, consideró también "inadmisible que en un país donde se presentan anualmente miles de denuncias por violencia doméstica y donde en lo que va de año ya han muerto 29 mujeres por esta causa, se publique un libro como éste".

SECUESTRO DEL LIBRO

La Red de Organizaciones Feministas anunció, por su parte, que pedirá el secuestro del libro, "ya que atenta contra el artículo 10 de la Constitución española, referido a la dignidad de las personas" y la dimisión del ministro de Trabajo, Eduardo Zaplana, del cual depende el cargo de la directora del Instituto de la Mujer, y al que no descartaron exigir responsabilidades jurídicas en segunda instancia. Según la jurista y directiva de la organización, María Durán, consideró especialmente grave el hecho porque "la promotora y editora del libro forma parte de una administración pública que tiene como fin la igualdad entre mujeres y hombres".

La Asociación de Mujeres Progresistas reclamó también el cese de Miriam Tey y el ministro Eduardo Zaplana y la retirada del libro, que considera "absolutamente inadmisible y atentatorio de todos los valores defendibles", más aún cuando "el autor se proclama misógino".