¿Hay muchos extremeños que sean consejeros delegados de una empresa que factura solo en España 700 millones de euros al año a su millón y medio de clientes? Enrique Huerta (Cáceres, 1971) dirige en Liberty Seguros a 1.200 empleados.

--Tiene usted un trabajo muy exigente y de responsabilidad...

--Está claro que le tienes que meter muchas horas, doce al día tranquilamente. Pero siempre ha sido así más o menos, desde que estaba en el mundo de las consultorías.

--Aún así, parece una persona tranquila. ¿Es una máscara?

--Es difícil hablar de uno mismo y saber cómo te perciben los demás. Parece que tengo las cosas muy claras, pero a veces va la procesión por dentro. Intento ser calmado, pero también peleo por mis ideas. Soy perseverante. Y también muy organizado.

--¿Cómo ha sido su trayectoria?

--Llevo desde 1989 fuera de Cáceres. Antes de irme a Icade en Madrid estudié en el Nazaret, el Nuestra Señora de la Montaña y el Hernández Pacheco. Cuando terminé la carrera entré en Andersen Consulting y luego pasé a Liberty. He trabajado en Bilbao y en Barcelona.

--¿Queda mucho del Enrique Huerta que se marchó?

--No lo sé. Lo que queda mucho es la educación de mis padres. Cuando te vas haciendo mayor, les reconoces cosas que no les reconoces antes. El espíritu de responsabilidad que nos dieron a sus hijos está ahí. Hay cosas que debí hacer mejor de joven.

--¿Cuál es la clave para el éxito?

--Será muy manido, pero es disfrutar de lo que haces. No concibo estar tantas horas trabajando si no es para aportar algo al equipo en el que estoy o a la compañía. Para mí lo importante no es ganar mucho más dinero, sino sentir que vas consiguiendo metas, mejorar continuamente.

--¿Es más difícil mantenerse que llegar?

--Llevo poco tiempo en mi nueva posición, pero diría que lo más difícil es mantenerse haciendo lo mismo constantemente. Cuando crees que ya has aportado todo lo que puedes, es mejor tener nuevos proyectos en la cabeza. No me gusta caer en la complacencia. Hay que aprender todo el tiempo.

--¿Cómo se ve a Extremadura desde los 'altos despachos' que usted frecuenta?

--Tras haber trabajado en tantos sitios, creo que aquí hay tan buenos profesionales o emprendedores como en otros sitios. Da un poco de pena que haya cosas en las que no hemos avanzado más. Nos subestimamos: no somos inferiores a los demás. Deberíamos darnos cuenta de que tenemos suficiente capital humano. Si los poderes públicos escucharan más a los empresarios, habría más ideas para que la tierra saliese adelante.