TEts el título del último libro de poesía de Plácido Ramírez Carrillo . Un libro que viene a ser un inventario de momentos. Días que traen situaciones, situaciones que traen emociones y que Plácido nos ofrece a través del prisma de su corazón. Siempre con la familia como telón de fondo, quizás como refugio de dudas, o como paño de lágrimas, o como acompañante de la ilusión, él nos va desgranando sentimientos a lo largo de 50 poemas que, en estilo y en lenguaje, dan unidad al libro. Quiero decir que los poemas que lo forman se interiorizan de manera homogénea, a medida que vas avanzando por sus vericuetos. Todo se mantiene en un registro cálido, impregnado de una melancolía alegre por sutil o, no sé, de una alegría quizás melancólica por discreta. Es de agradecer que no te hunda en los abismos, ni siquiera en las situaciones más trágicas. Ni que tampoco resulte tan exultante como para llevarte a paraísos que no existen en lo cotidiano. Es un libro sin aspavientos, sin estridencias, que te hace abrazar la vida como lo que es: un sentir continuo, un andar intentando no tropezar demasiado.

Hay palabras tótem que lo recorren imperceptiblemente: alegría, caricia, amor, mirada, esperanza, ternura, sonrisa, sueño, belleza... Palabras que nos reconcilian con este volar pausado de la vida, que nos aportan sensibilidad, que nos transmiten sangre al compás del latido de un corazón, tan grande, como es el corazón de Plácido. jabuizaunex.es